El pequeño dragón Coco da la vuelta al mundo

El libro de hoy se llama El pequeño dragón Coco da la vuelta al mundo.
Este libro me lo trajo Papá Noel. Me lo pidió mi tío Pedro porque me gusta coleccionar postales de todo el mundo. Tengo de Inglaterra, de Italia, de Argentina, de México, de EEUU, de Finlandia y también de España, de Cambrils, de Madrid que me la mande yo misma, de Ávila de mi tía, de Segovia, de Salamanca de mis primos. Tengo muchas y si os animais me podéis mandar. Las tengo puestas encima de una pizarra grande que tenemos en casa.
Pedro le pidió a Papá Noel que me trajera un cuento con cartas.
El libro lo ha escrito Ingo Siegner en la editorial La Galera. 

La historia va de que un paparrucha se lleva al amigo de Coco, Óscar. La puercoespín Matilde le manda una carta para decírselo. La primera carta se la mandó a la isla del Dragón en una botella de cristal. Coco decide ir a buscar a su amiga Lulú para que le ayude a encontrar a Óscar y Matilde la puercoespín.
El paparrucha enseña a la gente al dragón voraz, lo enseña para ganar dinero, pero Óscar no comía carne sino que era vegetariano. Van a ir a Francia, a Inglaterra, Italia, a China y a América. 
Cada vez Matilde les deja una carta para que se sepan a dónde van y la contraseña porque han conocido a mucha gente. La contraseña sirve para que Coco sepa lo que tiene que hacer y le digan donde justo, justo, están. 
En el libro hay 6 cartas de colores, cada una con su sobre.

Me llamo mucho la atención que un cuervo hacía de paloma mensajera en Londres. 
Me gustó un amigo que les ayuda mucho, que era un dragón cocinero que olía a cebolla. Se llamaba Cebollita y le ayudó sobretodo con el paparrucha para salvar a Óscar, pues le preparó comida mientras ellos lo rescataban y se iban. 
Ha sido una aventura genial. Lo hemos leído con mi madre un capítulo cada noche. A mi hermano le ha gustado mucho también. A papá y a mamá también.
Con  lo que más nos hemos reído ha sido con Cebolllita porque siempre decían todos: "Uy, huele a cebolla. ¿Quién es el que tiene ese olor tan desagradable?" 
Además nos reíamos con los idiomas. En China, Ching Chong hablaba así: La buena de Lola siemple tiene una bloma a punto. Espelo que salvaléis al poble Óscal, el dlagon volaz. 

Una sorpresa que me he llevado ha sido que las páginas huelen muy bien. Huelen como a fresa, flores y colonia.
El dragón Coco tiene una colección con más libros.

Un beso

Aitana